Esta zona leonesa, frecuentada por turistas (cuando los hay) y residentes, es la zona de picoteo por excelencia de la ciudad. Entre sus características destaca el hecho de que con cada consumición, generalmente cerveza o vermú, se brinde al comensal una tapa típica de balde, es decir, gratis. Se encuentra cerca de la plaza de San Martín y de la plaza Mayor. Es complicado quedarse sólo con un puñado de los muchos locales que hay, pero allá van algunas pistas: La Bicha, ideal para probar la morcilla de León; el Rúa 11, donde triunfan las tostas de pan rústico (cecina de vaca con tomate), o el Marcela (croquetas caseras, ensaladilla rusa, huevos rotos con morcilla, patatas con alioli de la casa...).