También conocido como las siete calles de Bilbao (las que delimitan la zona), se trata de la zona de pintxos por excelencia de la ciudad vasca. Expuestos en las barras de los locales, algunos son verdaderas obras de arte de cocina en miniatura. Entre los clásicos, el Bar Bacaicoa y sus tres platos míticos: el txori al infierno (en cazuela de barro), el txampi a la gloria o las setas al purgatorio. Antes, para abrir boca, unas canónicas gildas.