Se encuentra en pleno centro histórico de la capital riojana, muy cerca del paseo del Espolón y de la concatedral, y es una de las vías españolas más famosas para salir de tapeo: en apenas 200 metros cuadrados se cuentan más de 60 bares, cada uno con sus tapas características. Sirvan de muestra el Cojonudo de El Muro (un pequeño bocatín de picadillo de chorizo con huevo de codorniz y pimiento), la oreja de cerdo de El Perchas (se puede pedir picante o rebozada y entre rebanadas de pan) o las patatas bravas de El Jubera (en cazuelita de barro, están crujientes por fuera y tiernas por dentro). Como curiosidad decir que la zona formada por esta calle y sus aledañas se conoce popularmente como La senda de los elegantes, porque todo el mundo sale trompa y a cuatro patas...