A sólo 164 kilómetros de Madrid, en las cercanías de la Sierra de Gredos y en un espacio natural protegido se ha alzado durante los últimos años uno de los paraísos vip de la especulación inmobiliaria y financiera. Valdecañas es nuestro Gürtel, nuestra Púnica, nuestro Bárcenas, nuestro ERE. La más reciente radiografía del estado de Extremadura, la demostración de cuánto abuso la somete todavía.