Si prefieres una versión más ligera del Saltimbocca a la Romana, puedes probar con la variante de pollo. En este caso, se utilizan filetes de pechuga de pollo en lugar de ternera, y se cubren con jamón serrano y hojas de salvia antes de cocinarlos en la sartén. El resultado es un plato igual de sabroso y aromático, pero con menos calorías y grasas.