Ciertamente las autodestrucciones son habituales en la historia de la humanidad, el ejemplo más claro siempre ha sido el Imperio Romano. Pero el caso que nos atañe hoy es si cabe más singular, del todo al nada, en cuestión de menos de un siglo. Esto fue lo que tardó el todopoderoso Califato de Córdoba en dejar a los andalusís de la Península Ibérica a espesas de los reinos cristianos, y abocados a un imprevisible Reino de Taifas. Hoy en Caminando por la Historia pretendemos acércanos a los últimos años de Califato.