Esta receta de focaccia combina el sabor dulce del tomate con el aroma fresco de la albahaca. La masa se prepara con harina, agua, levadura, aceite de oliva y sal, y se cubre con rodajas de tomate y hojas de albahaca antes de hornear. El resultado es una focaccia crujiente por fuera y suave por dentro, con un sabor mediterráneo delicioso.