Para llevarlos de viaje o en algún sitio que hay que esperar es genial. Hay cajas pequeñas de viaje. Cuando ves las piezas no te imaginas la fantasía que despierta en ellos y las construcciones que pueden llegar a hacer. Trabajan mucho la imaginación. La forma de las piezas, que son similares a las de un rompecabezas, y sus variados colores atraerán la atención de los niños.