Un éxito. Es una pizarra en la que se pinta con luz. Desde los 3, 4 años practican mucho la pinza. Tiene diferentes plantillas, con letras, con vehículos, de navidad y ellos pueden ir haciendo los dibujos o pintar libremente lo que se les ocurra. Ideal para compartir tiempo entre padres e hijos en los momentos de relajación y descanso antes de ir a dormir. Compartir estos momentos con los hijos potencia el vínculo afectivo.