Las guerras siempre son estúpidas. Pero en algunos casos lo son incluso más. Estos nueve ejemplos son una buena muestra cómo podemos ser ridículos y crueles al mismo tiempo. El 5 de abril de 1242, los Caballeros Teutónicos de Livonia libraron la Batalla del Hielo, sobre el lago helado Peipus, en la República de Nóvgorod, estado medieval del norte de Rusia. El objetivo era convertir a los ortodoxos bálticos al catolicismo.