La posibilidad de que el Tercer Reich dispusiera de la bomba nuclear no fue ni mucho menos remota. La historia nos dice que no estuvo tan cerca como creyeron los aliados durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, pero también que fue la suma de muchos factores, entre ellos las misiones de sabotaje de los aliados, lo que evitó que finalmente Hitler no dispusiera a tiempo de la mortífera arma.