Los berlineses estaban muy familiarizados con las explosiones. Desde finales de agosto de 1940, en que 29 aparatos británicos atacaran los barrios de Kreuzberg y Kotbusser Tor, la capital del Reich había sufrido centenares de bombardeos, tanto de día como de noche, que la habían convertido en un montón de ruinas. Sin embargo, los que se oían en su periferia aquel 19 de abril de 1945 sonaban de distinta forma. Los más entendidos, aquellos que, ahora inválidos o heridos, habían estado en el frente de batalla…