La Revolución Francesa ciertamente no necesita introducción. Fue uno de los acontecimientos más importantes de la historia, capaz de marcar indeleblemente a Francia, a Europa y, en general, a todo el mundo occidental, tanto directa como indirectamente. Es precisamente esta importancia, junto con su duración, lo que a menudo es un defecto para los estudiantes: porque estudiarlo es difícil y complicado.