Johannesburgo se convirtió en una ciudad próspera gracias a la fiebre del oro en la década de 1880. La ciudad se construyó alrededor de las minas de oro, y se convirtió en el centro de la industria minera de Sudáfrica. Hoy en día, la ciudad sigue siendo un importante centro de la industria minera y de la extracción de metales preciosos.