El limón le da un toque refrescante al conejo al ajillo. Se exprime el jugo de limón sobre el conejo troceado y se deja marinar durante unos minutos. Luego se cocina en una sartén con aceite de oliva y ajo hasta que esté tierno y jugoso. Se puede servir con una guarnición de arroz con limón o unas patatas al horno.