Última reunión del año del Consejo Europeo y último aviso al presidente Vladímir Putin: “Cualquier agresión militar contra Ucrania tendrá consecuencias enormes y una respuesta severa, incluida la adopción de medidas restrictivas coordinadas con nuestros socios”, afirman las conclusiones de la cumbre celebrada ayer en Bruselas. La jerga diplomática no despistará al Kremlin: las “medidas restrictivas” no son otra cosa que sanciones, y tanto la Unión Europea como Washington y Londres han advertido que irán mucho más lejos que en el 2014, cuando se anexionó Crimea.