Que la falta de vacunas en países en vías de desarrollo abriría vías a nuevas variantes de la COVID era una crónica anunciada ante la que no se tomaron medidas suficientes para evitarla. ¿Por qué? Porque la solidaridad es incompatible con el modelo de distribución imperante. El Homo sapiens se cree infalible e inteligente, pero resulta ciertamente estúpido si analizamos cómo abraza una insolidaridad que mata, frente a vías que nos beneficiarían a todos. Hace casi un año el director de la Organización Mundial de la Salud advertía de que "el mundo está al borde de un catastrófico fracaso moral. (…) El enfoque del 'yo primero' deja en riesgo a las personas más pobres y vulnerables y prolongará la pandemia, las restricciones necesarias para contenerla y el sufrimiento humano y económico". El mundo lo sabía, pero el 'yo primero' vacío de inteligencia ha primado. Hace un año la universidad Johns Hopkins publicó un estudio en el que preveía que los países ricos, que representan so... Leer más