Comprar a granel es la manera más económica, saludable y ecológica de relacionarse con la comida. Es más barato, porque pagas solo el producto y no por su embalaje. Sin embalaje no hay residuos y reduces tu huella ambiental. Son alimentos orgánicos, sin procesar, que no contienen colorantes ni conservantes, ni azúcar y sal añadidos. Así podrás cocinar como lo hacían nuestras abuelas. Y lo mejor de todo te brinda la posibilidad de probar nuevos productos, ya que puedes probar pequeñas cantidades de diferentes alimentos en lugar de comprar paquetes de un kilo sin saber si te va a gustar.