En su segundo día, visite la Catedral de San Isaac, una de las iglesias más grandes del mundo, con una impresionante cúpula dorada y una vista panorámica de la ciudad desde su cúpula. Luego, disfrute de una noche en el Teatro Mariinsky, uno de los teatros de ópera y ballet más famosos del mundo, que ha sido el hogar de algunos de los artistas más famosos de Rusia.