La ciencia ficción puede ser muy política. En el caso de Morgan, la trilogía que empezó con 'Carbono modificado' lleva al paroxismo el concepto marxista de la alienación: si el cuerpo pasa a ser una funda desechable separada de la conciencia, la consecuencia es la sociedad más brutal imaginable. Lo que empezaba como novela negra futurista acaba con una rebelión planetaria.