La tarta de manzana y canela con vino dulce es una opción más sofisticada y elegante. Se prepara una base de masa quebrada y se cubre con una capa de manzanas cortadas en láminas finas y espolvoreadas con canela. Encima se vierte un poco de vino dulce, como el Pedro Ximénez, que le da un toque de sabor y aroma. Se hornea en el horno hasta que la masa esté dorada y las manzanas hayan caramelizado. Se puede servir caliente o fría, acompañada de una bola de helado de vainilla o una nube de nata montada.