Si quieres añadir un toque crujiente a los callos a la madrileña, puedes servirlos con patatas fritas. Puedes cortar las patatas en rodajas finas y freírlas hasta que estén doradas y crujientes. Luego, puedes colocar los callos encima de las patatas fritas y servirlos juntos. La combinación de la textura suave y gelatinosa de los callos con la textura crujiente de las patatas fritas crea una experiencia gastronómica única. ¡Una forma deliciosa de disfrutar de los callos a la madrileña con un toque extra de sabor y textura!