El plátano es una excelente fuente de hidratos complejos que se asimilan lentamente debido a su aporte de fibra. Lo recomendable es escoger un plátano que no esté muy maduro, pues este último tiene mayor proporción de azúcar y por ello puede no resultar la fuente de energía que necesitamos. Podemos consumirlo como tal o bien, en preparaciones varias como puede ser un simple batido con leche, un porridge de avena, galletas o muchos otros platos más.