El pato asado con salsa de ciruela y jengibre es una receta que combina lo dulce y lo picante de una manera deliciosa. El pato se asa hasta que la piel esté crujiente y luego se sirve con una salsa de ciruela y jengibre agridulce. La combinación de sabores es increíblemente sabrosa y satisfactoria. Acompaña este plato con arroz blanco o fideos chinos para completar la cena.