Con la escopeta cargada aparecía Sam Levinson en 2018 para disparar contra la eterna moral estadounidense. Una revisión actual y adrenalínica, en clave de comedia negra de la caza de brujas de Salem, en la que un pueblo entero es "hackeado" y todos los trapos sucios aparecen vía wifi. La culpa se la lleva un grupo de amigas que la termina liando para defenderse de la masa enfurecida. Sacrilegio. Vamos, lo que Black Mirror dice que es el futuro, aquí ya es el presente. Feminismo salvaje en la generación Z a ritmo del sempiterno “We Can't Stop" de Miley Cyrus. Un año después, Levinson crearía Euphoria. ¿Os suena?