Uno de los capítulos más comentados y aplaudidos de la primera temporada de Euphoria es “el de la feria". Una obra de arte audiovisual capaz de quitar el hipo al más despistado, en la que un variopinto grupo de jóvenes en celo prueba suerte con las drogas, con las inseguridades, pero sobre todo, con las relaciones tóxicas. Es esa noria la que enlaza con una de las escenas clave de Pasión obsesiva, donde un imberbe Mark Wahlberg -por entonces modelo de Calvin Klein- masturba sin pudor ninguno a una Reese Witherspoon ansiosa por sentir la adrenalina del deseo. El problema viene cuando ese deseo se convierte en un peligroso volcán que acaba derivando en una orden de alejamiento. O sino que se lo pregunten a Maddy.