En esta segunda receta de pollo al estilo Shanghai, el pollo se cocina lentamente en una salsa agridulce hecha con vinagre de arroz, azúcar moreno, salsa de soja y ketchup. El pollo se vuelve tierno y jugoso, y la salsa le da un sabor dulce y ácido. Se puede servir con arroz frito o verduras salteadas.