Esta variante de los callos a la romana es apta para vegetarianos, ya que no incluye carne ni productos de origen animal. Se utilizan garbanzos, setas, pimiento, cebolla, ajo, tomate y especias para elaborar el guiso. El resultado es un plato sabroso y nutritivo, que puede ser disfrutado por todos los comensales, independientemente de sus preferencias alimentarias.