Una de las versiones más clásicas del caldo gallego es la que lleva patatas y chorizo. Estos ingredientes le dan un sabor intenso y delicioso al caldo, convirtiéndolo en un plato reconfortante y sabroso. Puedes utilizar patatas cortadas en cubos y chorizo en rodajas para obtener el mejor resultado. Esta versión del caldo gallego es perfecta para una cena familiar o para disfrutar en un día frío.