Para hornear la pizza, se precalienta el horno a una temperatura alta. La pizza se coloca en una bandeja para hornear y se hornea durante unos 10-15 minutos, o hasta que la masa esté dorada y crujiente y el queso esté derretido y burbujeante. Una vez que la pizza esté lista, se saca del horno y se deja reposar durante unos minutos antes de cortarla y servirla.