Esta receta combina la cremosidad del huevo poché con el sabor intenso de las patatas trufadas. Se cortan las patatas en cubos y se saltean con aceite de oliva y trufa rallada. Luego se sirven con un huevo poché encima y se espolvorean con sal y pimienta. El resultado es un plato sofisticado y delicioso que seguro impresionará a tus invitados.