Tras la muerte de Alejandro, su inmenso imperio se dividió en reinos: Egipto, Macedonia, Mesopotamia y el Imperio Persa. Son lo que llamamos reinos helenísticos Los reinos en los que se dividió el imperio de Alejandro se convirtieron en los reinos helenísticos, conservaron la cultura y la lengua griega y estuvieron gobernadas por los generales de Alejandro que se convirtieron en monarcas autoritarios.