En este título, Wes Anderson culmina un importante giro en su carrera: ya no necesita música pop y rock pre-existente y conocida para narrar sus historias, ahora es capaz de hacerlo con una banda sonora original. Es fascinante comprobar como a cada nuevo proyecto junto a Alexandre Desplat, Wes va dejando de lado sus elecciones musicales que le hicieron famoso. Colorida creación que incorpora una instrumentación rica en sonidos de Europa del Este como balalaikas, címbalo, la trompa de los Alpes, silbatos… 🎺