La alegría de Magallanes y sus hombres por encontrar el estrecho entre los dos mares pronto se vio matizada por la evidente dificultad de atravesarlo. Al principio del viaje el capitán pensaba que encontraría un canal único. Luego, la realidad le situó ante un complejo laberinto plagado de canales, fiordos, estuarios y glaciares, y atizado por fuertes mareas.