Seguro que te lo han recomendado decenas de veces, y aún no has ido. Un pueblo marinero por excelencia en la costa cantábrica cuyas construcciones están realizadas de forma escalonada por toda la ladera. Disfruta de un paseo con vistas al faro que se alza sobre un acantilado de más de 75 metros antes de tomarte unas sidras a pie del propio puerto.