El 11 de mayo de 330 Constantino inauguró a orillas del Bósforo la "Nueva Roma", Constantinopla, asentada sobre la antigua ciudad griega de Bizancio. Cuando a la muerte del emperador Teodosio (395), el Imperio Romano se divide en dos, Occidente y Oriente, esta nueva ciudad será la capital de la parte oriental, un territorio que abarcaba las penínsulas Balcánica y Anatólica, Siria, Palestina, Egipto y Cirenaica. El Imperio de Occidente y de Oriente a la muerte de Teodosio en el año 395.