Preparar pizza casera tiene muchos beneficios. En primer lugar, puedes controlar los ingredientes que utilizas y asegurarte de que son de calidad. Además, es una forma divertida de cocinar en familia o con amigos. Y por último, la pizza casera es mucho más saludable que la pizza comprada en el supermercado o en una pizzería, ya que puedes controlar la cantidad de queso y aceite que utilizas.