Napoleón no hablaba francés, de niño. El más francés de todos los franceses era en realidad lo que llamaríamos multicultural: nacido en la isla de Córcega apenas un año después de que esta entrara a formar parte del Hexágono, sus lenguas maternas eran el corso e italiano, e italiano era su apellido. No es un caso único; muchos de los reyes, héroes, emperadores convertidos en símbolos fundacionales de un país o bien provienen de otro o bien no se expresaban en el idioma ahora oficial de ellos. Ejemplos son Ricardo Corazón de León, que no hablaba una palabra de inglés, y Don Pelayo, que si realmente existió y lanzó a sus hombres contra los musulmanes, no lo hizo en castellano.