Si te gusta el contraste de sabores dulces y salados, esta receta es para ti. El pollo se cocina en una salsa de ajos, aceite de oliva, miel y especias, lo que le da un sabor agridulce y delicioso. La miel también ayuda a caramelizar el pollo, dándole un color dorado y un sabor único. Esta receta es perfecta para aquellos que buscan un pollo al ajillo con un toque dulce.