Si te sobran albóndigas de patata con salsa de gorgonzola, puedes conservarlas en la nevera durante un par de días. Para recalentarlas, puedes utilizar el microondas o el horno, pero ten en cuenta que la salsa puede espesarse un poco. Si quieres que queden como recién hechas, lo mejor es calentarlas en una sartén con un poco de aceite.