La primera vez que la vimos fue en en la segunda película de Harry Potter, y tuvo un papel clave, pues ayudó a Harry a encontrar la Cámara de los Secretos. Con el paso de los años se ha convertido en un referente de la saga, con sus lloros y gritos desgarradores, pero a la vez con esa ternura característica. La actriz que la interpretó, Shirley Henderson, tenía 37 años cuando grabó la primera película (en la actualidad 52), mientras que el personaje de Myrtle tenía 13. El aspecto fantasmagórico que consiguió el equipo de maquillaje hizo que la edad pasara desapercibida.
