Judías Gary Cooper Mi amiga Juana, asturiana de pro, estaba casada con José, al que todo el mundo se empeñaba en llamar Pepe. José, que era productor de cine, se defendía con uñas y dientes, reivindicando su bíblico nombre; y llegó un momento en que como respuesta al incauto de turno que le llamara Pepe, largaba un estentóreo “José, ¡cojones!” –ya perdonaréis– con lo que, andando el tiempo, acabó por ser conocido por el entrecomillado de hace un momento. Yo aposté (y gané) a que les llegaba a su casa una carta dirigida a los “Sres. de Cojones”, (y vuelvo a pedir perdón). Pepito Cojones (no sé por qué a mí siempre me toleró el “Pepito”) murió hace ya cosa de 15 ó 20 años. Era 20 ó 22 años mayor que yo. Descanse en paz. Juana cocina como los ángeles. Hay una edición de la guía Gault & Millau en que afirman que “tant que le bon Dieu ne descendra pas aux poêles… il n’aura pas de 20/20”. En efecto, la nota máxima de la guía fue siempre 19,5/20 y creo que lo sigue siendo. Queda cla... Leer más