Aunque no es una actividad para niños, el Barrio Rojo es una parte icónica de Ámsterdam que los padres pueden explorar mientras los niños están en el cuidado de un adulto. El Barrio Rojo es conocido por sus vitrinas de prostitución y sus cafeterías, y es una experiencia única para aquellos que quieran conocer la cultura y la historia de la ciudad.