Usando el gato debes elevar el coche. Para ello colócalo debajo del vehículo usando como guía las dos marcas que encontrarás entre las dos puertas del coche o en el marco del chasis si no cuenta con estas muescas. Gira la manivela lentamente hasta conseguir que el coche se levante y la rueda afectada se despegue del asfalto.