Esta pizza combina la cremosidad de la mortadela con el crujiente de los pistachos y el sabor suave del huevo. Para hacerla, sigue los mismos pasos que en la receta original, pero añade un huevo crudo en el centro de la pizza antes de hornearla. El huevo se cocinará con el calor del horno y se mezclará con los demás ingredientes, creando una pizza con un sabor único y delicioso.