Dejar que se desahogue

Dejar que se desahogue

Para controlar el berrinche de nuestro hijo lo mejor es llevarle a un sitio diferente de donde comenzó la rabieta; una técnica que suele funcionar y logra que el niño se vaya desahogando hasta que poco a poco se siente más tranquilo. Solo podremos establecer un diálogo con él cuando esté más tranquilo y pueda escuchar nuestros argumentos. Para tranquilizarle podemos ir hablándole con calma y explicarle que entendemos el motivo que ha causado su ira pero que solo será posible hablar si se calma. Nunca se le debe amenazar con que si no deja el berrinche nos marcharemos.