Fuera del lenguaje jurídico puede que “Alea iacta est”, la frase que pronunció Julio César al pasar el Rubicón, el riachuelo que marcaba el límite entre la Roma republicana y la Galia Cisalpina, y dirigirse a Roma con sus legiones, sea la expresión latina más utilizada con el significado de “la suerte está echada”. Pues habría que puntualizar que Julio César no pronunció exactamente esa frase, porque lo hizo en griego, y que, literalmente, su significado sería “los dados se han tirado”. Alea era el juego de dados que tanto gustaba a los romanos y que también servía para designar genéricamente a todos los juegos de azar.