Las rosquillas clásicas son un dulce frito en forma de rosquilla que se puede disfrutar en cualquier momento del día. Esta receta tradicional incluye ingredientes como harina, azúcar, huevos, leche y levadura. Las rosquillas se fríen hasta que estén doradas y luego se espolvorean con azúcar glas. Son perfectas para acompañar una taza de café o té caliente.