En su último día en Frankfurt, haga una excursión a los alrededores de la ciudad. Visite el Castillo de Heidelberg, uno de los castillos más impresionantes de Alemania, situado a solo una hora en coche de Frankfurt. A continuación, diríjase al pueblo de Rüdesheim, situado en el valle del Rin, donde podrá disfrutar de un paseo por sus pintorescas calles y degustar algunos de los vinos locales en una de las bodegas de la zona. Por la tarde, regrese a Frankfurt y disfrute de una cena en uno de los muchos restaurantes de la ciudad.