Aquí tienes dos opciones para gusto del comensal. La primera es ofrecer una calçotada tradicional de toda la vida con los calçots y su salsa, longaniza y butifarra negra con judías del ganxet, carne de cordero con alcachofa y patata y, por último, una crema catalana y una naranja. Todo bañado con vino y cava de la comarca y café de Valls. La otra propuesta es preparar una calçotada a la carta, eligiendo los calçots como primer plato. Sea como sea, la experiencia para el paladar será una auténtica delicia.